LA ESENCIA DE NUESTRA FUNDADORA
La historia comenzó el día en que Violeta Montero, nuestra fundadora, decidió hacer realidad su sueño.
En 1978, a poco de cumplir 50 años, con inspiración, instinto y atrevimiento, puso en marcha el motor que la llevó a construir los cimientos de nuestra empresa. Desde ese momento, dedicada de lleno a producir y vender una línea de cosméticos para toda la familia , ella fue venciendo desafíos y construyendo una marca que en poco tiempo llegó a todo el país ofreciéndole posibilidades de independencia y crecimiento a miles de mujeres. La marca llevaba su nombre como garantía de calidad.
Cuando pocas mujeres se animaban a mostrar su iniciativa, ella se animó. Cuando pocas mujeres se atrevían a caminar solas, ella se atrevió. Cuando era imposible para una mujer el pensar en construir un sueño solo con su pasión, ella lo construyó. Traspasó barreras. Fue comprometida, inquieta, incansable. Confió en su intuición convirtiéndose en ejemplo de muchas personas. Siempre tuvo en claro que solo ella podía diseñar su futuro. Y con esa convicción le imprimió pasión a su actitud y desplegó sus alas
Desde entonces, nuestra empresa viene inspirando a mujeres de todas las edades para que se atrevan a encontrar su camino y para que, como nuestra fundadora, nunca abandonen sus sueños.
Hoy, nuestra marca cien por ciento argentina es reconocida por su trayectoria en el mercado de cosméticos y productos para el hogar y por su consolidación como fruto del trabajo incansable inspirado en el ejemplo de Violeta Montero. Sí. Nuestra marca es su nombre. Y mantiene su espíritu amigable, genuino y emprendedor
