Según la ciencia, el «juego del amor» es un proceso neurológico que se produce en el cerebro e implica a diferentes partes y hormonas. 

 

Lo importante es saber y sentir que el amor es libre, sin prejuicios. Es la esencia misma de la libertad. En el amor sano, vale cualquier expresión y elección.

 

El amor es propio

Amar y amarse.  Para amar a otra persona primero tenemos que amarnos a nosotros. Y amarse es cuidarse, nutrirse, expresarse, mimarse y hacer crecer ese amor con uno y con los demás.

 

El amor tiene aroma

La piel, la ropa, el perfume de nuestro amor…tiene un lenguaje propio, que se adueña de nuestros más profundos suspiros.

¿A qué huele el amor?

Dicen que el cacao - la semilla con la que luego se hace el chocolate- tiene propiedades afrodisíacas. Por eso se regalan los bombones en la tradición del romanticismo.

Si pudiéramos describir al amor como un perfume, sin duda sería dulce como una mezcla de cacao y avellanas y con una pizca de vainilla. Su textura sería cremosa y tendría algún destello de pétalos de rosas, la flor que es otro gran símbolo del amor.

Y también tiene sabor. ¿Cuáles son los sabores del amor?

• Philia: amor de amigos

Es el lazo que nos une a nuestros amigos. Es el sentimiento sobre cuya base se construye una amistad y que despierta confianza. Es lo que en español llamamos cariño.

• Philautia: amor propio

Se refiere a la autoestima y la capacidad que cada quien tiene de quererse y cuidarse a sí mismo.

• Epithymia: amor pasional

Es el tipo de amor que despierta la pasión romántica y los deseos sexuales.

El amor tiene temperatura. ¿Qué frío no ha mermado con el abrazo de nuestro ser amado? Es el tipo de amor que despierta la pasión romántica y los deseos sexuales.

Según Platón, el filósofo griego nacido allá por el año 428 a.C., el amor consiste en que la persona que ama no va a amar la belleza simple; se va a concentrar en buscar lo bello de quien ama…Es decir, buscará la esencia de la persona amada.  El amor, para este pensador, tiene que ver con su cercanía a la verdad.

Lo que caracteriza al amor es, por tanto, la búsqueda de lo verdadero y lo puro; se relaciona con la esencia misma de la belleza y pertenece a un plano de existencia que va mucho más allá de lo físico, (aunque este deseo de conocer profundamente a alguien suele comenzar a partir del impacto físico).

Sigmund Freud, (1856-1939), médico austriaco considerado el creador del psicoanálisis, creía que el amor era la mitad de la vida de una persona, es decir, un sentimiento que nos completa.

Y así, podemos encontrar miles y miles de definiciones para el amor, adjudicadas a pensadores, escritores, artistas, científicos. Pero la verdad está en cada uno de nosotros, en como lo sentimos. Y muy especialmente en cómo honramos su magia.

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