Las 5 cosas que no sabemos
1- Protección frente a la polución. ¿Por qué esto es importante? Porque las
partículas de polución menores a 10 µm penetran en nuestra piel, y como son “huecas”,
pueden absorber gases del exterior. Esto, junto con la radiación solar
ultravioleta e infrarroja, hace que nuestra piel luzca más apagada, que aparezcan
manchas prematuras y arrugas más acentuadas.
2- Recientemente se ha demostrado que la luz azul,
o luz de las pantallas, induce hiperpigmentaciones en la piel. Estas suelen
ser melasma e hiperpigmentaciones postinflamatorias (es decir, después de
cualquier agresión cutánea que conlleve inflamación). De hecho, ya hay algunos protectores
solares que incluyen filtros frente a este tipo de luz.
3- Siempre decimos que es importante no exponerse al
sol en las horas centrales del día, pero olvidamos que el protector solar hay
que llevarlo puesto (¡y reaplicarlo!) durante todo el día. ¿Sabes por qué?
La radiación UVB (la que produce daño en el DNA celular), sí varía en función
de la hora del día y de la estación en la que nos encontramos, pero la
radiación UVA (responsable del fotoenvejecimiento) se mantiene estable durante
las horas de luz, además de tener una menor variabilidad estacional. Por este
motivo hay que utilizar un protector solar tanto en verano como en invierno y
durante todo el día.
4- Además de la radiación UVA, UVB y la luz de las
pantallas, existen otros tipos de radiaciones que tienen efecto sobre la piel.
La luz visible, por ejemplo, ha demostrado producir hiperpigmentaciones
en las capas más profundas de la piel, ya que hasta un 20 % de la luz recibida
llega a este nivel. La luz infrarroja es la responsable de producir esa
sensación agradable de calor, pero también genera estrés oxidativo con la
consecuente producción de radicales libres. Aunque este daño es 4 veces menor
que el producido por la radiación UVA, los rayos infrarrojos potencian el daño
oxidativo producido por los UVA.
5- Estar a la sombra
reduce solo un 30-50 % de la radiación UV, por lo que la
excusa de que no nos aplicamos fotoprotector porque vamos por la sombra, no
sirve. Además, la radiación UV atraviesa las nubes, así que en los días
nublados también debemos protegernos. No olvidemos que la radiación UVA
atraviesa los cristales, así que si a través de la ventana de nuestra oficina o
del auto se cuelan rayos de sol, debemos utilizar también un protector solar en
interiores.
Conclusión: existen muchísimas razones por las que el protector solar es el elemento más importante de nuestra rutina cosmética y salud diaria.
¿Te resultó
esclarecedora la nota? Gracias por dedicarnos tu tiempo.
¡A disfrutar del verano!