Las primeras líneas de expresión aparecen aproximadamente a los 30 años, son esas que se forman como consecuencia de  nuestra forma de gesticular, cuando hablamos, cuando nos reímos o lloramos. Surgen justo a los costados de los labios y alrededor de los ojos. Dependiendo del estilo de vida de cada persona, pueden llegar antes o después de esta edad. Es por esto que debemos empezar con los cuidados preventivos antiedad al acercarnos a la tercera década de nuestra vida.

Algunos cuidados básicos

SOL: Tenés que cuidarte fundamentalmente del sol, uno de los principales factores externos que facilita la aparición de arrugas porque acelera el  proceso natural de envejecimiento. A lo largo de toda tu vida debés utilizar productos con el FPS (Factor de Protección Solar) acorde a tu tipo de piel. Y tenés que usarlos todo el año, incluso en las épocas frías. El sol no deja de actuar sobre la piel y el rostro es la zona más expuesta, junto con las manos,  así que no te olvides nunca de aplicar bloqueador o maquillajes que lo contengan.

CIGARRILLO: Por otro lado, si fumás tenés que saber que fumar es un gran enemigo de la apariencia de tu piel. ¡Sí! El cigarrillo destruye y envejece las células de nuestro cuerpo, incluidas las de la piel. Aunque fumes poco, el tabaco y todos los químicos que contiene un cigarrillo afectan tu piel de una manera irreversible. Así que es importante que te mantengas alejada del humo del cigarrillo y si fumás, quizás puedas considerar dejar de hacerlo para cuidar tu salud y para mantener una piel joven, sana y radiante.

ALIMENTACIÓN: La dieta cumple un rol fundamental: comer sano y variado es esencial para mantener una piel saludable. La alimentación equilibrada le da a tu cuerpo todo lo que necesita: minerales, vitaminas y agua. El balance entre carnes rojas y blancas, vegetales crudos, aceites esenciales es un must para prevenir la aparición de arrugas.

ACTIVIDAD FÍSICA: Realizar ejercicio físico hace que la piel esté más brillante, suave y con apariencia más joven, al segregar endorfinas. También ayuda a preservar y renovar el colágeno y la elastina. El colágeno es el componente encargado de dar firmeza a la piel. Por lo tanto, preservar el colágeno evita la flaccidez y otros síntomas de envejecimiento.

 

HIDRATACIÓN: Lo último, pero no menos importante, es mantener una hidratación adecuada. Además de tomar 2 litros de agua por día, te sugerimos que  utilices siempre una crema hidratante

 

¿Cómo prevenir las arrugas antes de los 30 años?

La limpieza y tonificación son fundamentales en las pieles jóvenes porque sirven para eliminar residuos, toxinas y restos de impurezas que se pueden acumular en los poros. Es importante que después de limpiar en profundidad, apliques una crema hidratante para tu tipo de piel (seca, grasa o mixta). Otro paso es exfoliar una vez cada 10 días. Y también aplicar una mascarilla acorde a la necesidad de la piel: limpieza, purificación, hidratación. Hay una gran variedad y sus resultados son excelentes.

Si bien se recomienda comenzar a usar tratamientos antiedad a partir de los 30 años también podés consultar con un dermatólogo si encontraras que aparecen muy tempranamente líneas de expresión en tu rostro. Existen extraordinarias cremas antiedad formuladas para los primeros cuidados pero es conveniente que, ante cualquier duda, consultes con el especialista.

Durante el período que va de los 20 a 30 aún podés tener acné - o secuelas- por lo que es fundamental utilizar emulsiones antioxidantes y con activos que colaboren con tu piel y ayuden a combatir estas imperfecciones. Siempre buscá productos que sean formulados para pieles sensibles, de manera que no contengan activos irritantes. Aquellas cremas descongestivas también pueden ayudarte a lucir una piel más fresca.

Siguiendo estos consejos que suman una dieta y hábitos saludables, actividad física, buena hidratación y productos adecuados, ayudarás a que tu piel se mantenga joven y fresca a través de los años.

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