·        Hidratación sagrada

A medida que pasa el tiempo, la piel pierde la capacidad de retener líquido. Por suerte, existe una solución para contrarrestar la aparición de la sequedad: usar siempre crema hidratante antes del maquillaje. Al hacerlo mejorarás la textura de tu piel y harás que tu maquillaje dure más.

·        Base de maquillaje

Para lograr una piel unificada usá una base de maquillaje fluida. ¡De esta forma podrás rellenar todos los relieves que pueda tener tu piel! Además, te sugerimos que busques una que sea exactamente igual al color de tu cutis. Sabemos que no es tarea fácil, pero te animamos a que encuentres tu tono perfecto.

Para aplicar la base es ideal usar un pincel, si no estás acostumbrada podés aplicarla con las manos.  Lo más importante es que puedas difuminarla bien para que el producto quede parejo.

¿El toque final? El polvo fijador… ¡Pero en su medida justa, porque demasiado puede acumularse en los pliegos de tu piel!

·        Sombras, labiales y rubores

¿Probaste el rubor y las sombras en crema?  Este tipo de productos, gracias a su textura, ayudan a disimular el paso de los años brindando una alta cobertura.

La gama de tonos claros suaviza el aspecto de la piel. Por el contrario, te sugerimos que evites los tonos oscuros, el delineado grueso y el exceso de máscara de pestañas.

Los colores ideales de sombras para las pieles maduras son el rosa, el dorado, el marrón y el beige. Te recomendamos que uses la labiales claros y brillantes. ¿Buscás realzar su volumen? ¡Dale el toque final a tus labios con un gloss voluminizador que te ayudará a mantenerlos siempre hidratados!  

Esperamos que estos consejos te ayuden a lograr el efecto que buscás en tu rutina de maquillaje.

 

¿Te resultó interesante la nota? 

Gracias por dedicarnos tu tiempo.