Lo habrás escuchado cientos de veces: para que tu maquillaje luzca como aplicado por un maquillador profesional es fundamental preparar la piel. Tal vez pienses que es una tarea a la que hay que dedicarle mucho tiempo, pero no es así.

• Limpieza: un buen maquillaje comienza con una piel perfectamente limpia. Podés limpiarla con toallitas desmaquillantes, leche de limpieza, jabón para el rostro y/o loción Micelar.
• Tonificación: con esta acción terminás de retirar restos de productos desmaquillantes, suciedad, maquillaje, células muertas y también estimularás los músculos del rostro. Este paso ayuda a calmar y acondicionar la piel para recibir la hidratación.

• Hidratación: llega el momento de la hidratación. Es muy importante hidratar la piel del rostro, la del contorno de los ojos y la de los labios. Hacelo siempre con productos específicos para cada área. Una correcta hidratación te va a garantizar una mejor aplicación de la base, y un mejor aspecto de tu piel. También conseguirás mayor fijación y duración del maquillaje.
• Primer: es el producto que mejora la textura y el tono de la piel, disimula imperfecciones y extiende notablemente la duración del maquillaje. Se encuentra en infinidad de presentaciones, texturas y propiedades. Se puede colocar en todo el rostro o simplemente en las zonas donde hay irregularidad de textura o donde sentís al tacto que la base se puede craquelar. Muchas veces estas zonas coinciden con el centro del rostro: frente, nariz, mejillas, pera. 

Existen primers para rostro, párpados, labios y pestañas, obviamente el más importante y popular es el del rostro.